Así empieza todo: la historia de Rosana en Suiza.

¿Alguna vez te has encontrado con alguien que te inspira… no por hacer cosas extraordinarias, sino por la manera tan honesta en la que vive su vida? 

El 26 de julio de 2025 inauguré una nueva sección en “Hallo from Suiza” que me hacía muchísima ilusión: Historias con Acento.

Ese día lancé oficialmente esta nueva aventura y, no te voy a mentir, estaba nerviosa como si estuviera en primera fila de un concierto. Hubo unos cuantos tropezones técnicos —incluidos micrófonos que decidieron no funcionar justo a último momento—, pero al final improvisé con los de siempre y seguí adelante con todas las ganas.

Mi primera invitada fue Rosana, una gallega que lleva cinco años en Suiza y que, sinceramente, es de esas personas que te hacen pensar: “Vale, no estoy sola en este caos migratorio”. Rosana es profesional del marketing digital , pero como le pasa a muchos aquí, no empezó trabajando en lo suyo. Pasó por otros oficios, otros ambientes, otras dinámicas que poco tenían que ver con la creatividad o el mundo digital.

Y eso es algo que hablamos en el episodio: lo difícil que puede ser encontrar tu sitio profesional en un país nuevo, donde el idioma pesa, la falta de contactos pesa, y hasta la seguridad en una misma se tambalea un poco. Pero por fin, después de hacer una práctica, sumar experiencia y empujar puertas con paciencia, Rosana recibió esa oportunidad en marketing digital que llevaba tanto tiempo buscando.

Porque sí, Suiza es preciosa, organizada, segura… pero no siempre es el “paraíso” que mucha gente imagina desde fuera. Tiene su parte dulce —las oportunidades, la estabilidad, la calidad de vida—, pero también tiene ese lado un poco agrio: la soledad, conciliación laboral, y esa sensación de que estás “casi” donde quieres, pero no del todo.

Rosana está justamente en ese punto ahora: agradecida por lo que tiene, pero todavía buscando ese lugar donde pueda crecer de verdad. Y eso es lo que a mí me inspira de ella: no es una historia perfecta, sino una historia real.

Por eso, cuando aceptó mi invitación, me puse feliz de verdad. Fue como: “sí, esta es la persona indicada para arrancar algo tan especial”. Y lo fue. Fue mi cómplice total en este primer episodio y no podía haber empezado con alguien mejor.

Al final del post te dejo el enlace al episodio, por si quieres escucharlo.

Y Rosana, si lees esto: que sepas que admiro tu fuerza, tu camino y tu manera de seguir adelante, incluso cuando la vida en Suiza te pone pruebas de esas que no salen en las postales. Te deseo toda la claridad y el éxito en lo que venga. De corazón. Te lo mereces

Bis bald! 💛✨